Händel

Existe una relación intrínseca entre los secretos y las mentiras. No viajan en sentidos diferentes, sino que unas son la evolución de las otras. Es decir, el momento en el que un secreto deja de serlo su contenido se convierte en una falta a la verdad. No se trata de desenmarañar el inconsciente para entender por qué las personas esconden lo que los fundamenta o delimitar el concepto de verdad. Aquello que configura la personalidad y que podría ser la síntesis de los traumas reprimidos cuando emerge lastima en lugar de ayudar a entender algo oculto, Puede que los secretos se conviertan en mentiras cuando la lucha interna entre lo que es y parece ser explota.

La eternidad distraída

Los objetos reflejan la luz y esos abstractos bastones en el interior del ojo reciben una cantidad enorme de información que el cerebro en fracciones de segundo traduce. Existen acuerdos para permitir un punto mínimo de partida para entenderse, pero mirar, más que una experiencia sensorial es un acontecimiento cultural mediado por la historia y la sociedad. Se habla del color rojo como si fuera el mismo para todos, pero la memoria y el olvido, es decir, lo vivido consciente e inconscientemente modifica la manera de percibir.

Rosca fusion

Se puede decir no, no y no. Ver los cambios suceder y oponerse a ellos. Maldecir al cielo por esas cosas que ya no están. Oponerse es un camino de choque que deja el dudoso orgullo de nadar contra la corriente. Pero existe la posibilidad de adaptarse, de encontrar el modo de infiltrar los sistemas y desde adentro destruirlos. No se trata de hacer parte del engranaje sin cuestionarlo sino de rotar a consciencia para cuando llegue el momento hacerlo brincar. El problema es que el mecanismo obnubila los sentidos y es preciso un doble esfuerzo para seguir pensando.

Kwan Chang Kane

Será que la vida moderna nos obliga a colocar en una balanza el trabajo y la vida personal con la imposibilidad de mantenerlos equilibrados y con la consigna que el bienestar en uno va en detrimento del otro? No es solo la disyuntiva de vivir para trabajar o trabajar para vivir, sino lograr mantener en un nivel justo las prioridades en los momentos adecuados. Si la felicidad es no buscar la felicidad hay que evitar el sueño romántico anti capitalista sin tampoco venderle el alma al diablo.