La vida soñada de los angeles
Estoy convencido de que el cielo es el placer y que se habla con Dios en ese instante perdido en el tiempo y en el espacio que es el orgasmo. Ese límite entre el amor y el deseo en el que no se puede superar ninguna emoción porque están contenidas todas en un lugar que no es el cerebro.
Pero y entonces para aquellos para los que el sexo no es más que placer pre-arrepentido y culposo tres veces por semana e incluso para los que son felices por desconocimiento, cómo pueden tener postulados definitivos sobre lo que es vivir; porque está bien atiborrarse de comida en Friday's, descansar en la hierva (o fumársela) o ver todo un domingo televisión, pero es siquiera eso merecedor de llamarse disfrute?
No es un elogio sibarita a la lascivia ni una ofensa a sentirse bien con exiguos placeres, es la queja calma y nostálgica de una persona que se cansa de vivir en un mundo imposiblemente monótono lleno de terror y ganas por lo que palpa pero no aprehende.
¿No es la realidad un drama calamitoso por decir lo menos?
Pero y entonces para aquellos para los que el sexo no es más que placer pre-arrepentido y culposo tres veces por semana e incluso para los que son felices por desconocimiento, cómo pueden tener postulados definitivos sobre lo que es vivir; porque está bien atiborrarse de comida en Friday's, descansar en la hierva (o fumársela) o ver todo un domingo televisión, pero es siquiera eso merecedor de llamarse disfrute?
No es un elogio sibarita a la lascivia ni una ofensa a sentirse bien con exiguos placeres, es la queja calma y nostálgica de una persona que se cansa de vivir en un mundo imposiblemente monótono lleno de terror y ganas por lo que palpa pero no aprehende.
¿No es la realidad un drama calamitoso por decir lo menos?
No trágico porque no es elevado y llevarle la contraria a un sempiterno dios no es posible, no sólo porque al dios ya no le importan nuestros actos sino que ellos parecen ya no tener el don de fundirnos con un rayo.