viernes, 12 de mayo de 2006

Esquirol

Ese movimiento trasnacional de capital, mercancía, mano de obra, tecnología e ideas conocido como globalización hace asequible bienes y aumenta las oportunidades pero trae consigo inestabilidad porque para acogerla es necesario arriesgar.

Quien se arriesga se atreve a abandonar el ritmo de vida propio por uno frenético y a adaptar los sueños a la incertidumbre.

El progreso engendra desigualdad y no todos nacen con la posibilidad de aprender a competir por ser parte del engranaje del desarrollo. Los que acumulan el poder miran las cosas con un equivalente económico o material.

Vivir sin objetivos también gratifica. Disfrutar la comida calmadamente y valorar los momentos de ocio hace que las cosas salgan bien.

Olvidar lo que podría ser y disfrutar lo que es, lentamente atesorar el hoy; ir hacia donde los actos nos decidan. Primero una cosa y luego otra.

Tomarse el tiempo de estar consigo mismo para madurar emocionalmente, para aprender a ser más tolerantes profundos y complejos.

 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.