viernes, 29 de febrero de 2008

Satori

A las personas les gusta un mundo predecible en el que las máquinas y los humanos se comporten como sus estereotipos dicen, es la lucha eterna entre el ciclista y el peatón que mantienen una comunicación efectiva cuando este último se mueve como si el primero no existiera. Hacer las cosas al contrario de los demás sólo para destacarse trae topetazos e inquietudes.

Es tanta la uniformidad que domina la vida social de las personas que los pensamientos disidentes ya se hallan estandarizados. Haz todo bajo una cantidad de principios lo suficientemente torcidos como para que todo quepa; deja en manos de otros la consciencia colectiva para evitar responsabilidades; emula comportamientos cuyas consecuencias permitan estar vivo; siéntete satisfecho de no hacer nada malo; escucha como si algo te importara; abandona sólo si tienes algo mejor; sonríe ante la cámara. Creo que es una especie de pesimismo optimista.

viernes, 22 de febrero de 2008

Bola roja

En un concierto para piano, la energía ímpetu y corazón que las manos transmiten al espectador como mariposas inquietas en el teclado pasa de ser una admiración por la técnica o un elogio por la magistralidad a convertirse en un abandono inconsciente del encadenamiento armonioso, continuo y rompiente de los sonidos. Reconocemos en ese virtuosismo todos esos años de experiencia y tradición que terminan en él y que a través del sacrificio del tiempo logra la perfecta unión entre lo que no puede evitar y lo que le gusta hacer explotar en belleza.

Es difícil defender la especialización de un asesino no porque los años de experiencia no lo hagan mejor o porque dentro de su campo no logre superar los precedentes y transformar las concepciones del oficio, sino porque el producto de su actividad fundamentalmente destruye además de la materia, las posibilidades no cumplidas de la vida truncada.

Habría la necesidad de decir que es socialmente inaceptable matar a alguien porque quiebra la norma básica de convivencia. Y como el pecado ya no asusta como antes, sustentar con argumento válidos algo que choca en algún momento con la ética comunitaria sólo es posible a través de un distanciamiento con los valores que tratan al ser humano como igual sin importar lo que haga u omita para que alguien deje de existir.

viernes, 15 de febrero de 2008

What's your poison?

¿Cómo suena un estertor agónico? En mi opinión no debería ser como cuando un gato arroja una bola de pelo. Lo escucho más como un desgarrado grito de despedida, como una salida triunfante y bulliciosa de la vida.

Por qué será que tanta gente quiere salvar el mundo y tan pocos quieren destruirlo, y hago la anotación de que no cuentan esas intenciones indirectas cuyo objetivo primario es el dinero donde el daño colateral se hace por ahorrar unos centavos. Tantos ejemplos bien logrados de lo que puede lograr una teoría fundamentada en los opuestos como para abandonar principios subyacentes al espíritu humano.

Dicen que se atraen más abejas con miel que con hiel pero sólo cuando yacemos de rodillas en medio de un callejón maloliente ante un sicópata que apunta con un revolver a nuestra sien reconocemos el verdadero valor de la vida. Después de la destrucción, de la sangre, se logra ver el mundo cristalino (no cristalizado), tal como debería ser (no como es), para ahí sí no querer salvarlo.

viernes, 8 de febrero de 2008

Milgram

En una época especial de la vida de todo ser humano llega el momento de acoger una gran meta que le de valor a su destino (aquí es totalmente irrelevante si lo logra o no) y con antecedentes o sin ellos emprende la tarea de configurar sus decisiones en torno a ella: en el camino va encontrando una serie de eventos que se presentan como escollos que al superarlos agregan validez y merecimiento al objetivo, también aparecen personajes que se van convirtiendo en parte del escenario final. Sin embargo, estamos en una era en la que nada dura para siempre (ni el dolor, ni la alegría), la única regla está dada por las excepciones; entonces, ese obstáculo superado se revela como un paradigma de cambio de perspectivas, y las relaciones se reevalúan hasta el punto de que lo que parecía primordial pasa a ser un peldaño más para avanzar.

Una gran historia de amor es el pretexto para que empiece otra, lo definitivo es un estribo más de la evolución, de lo que queremos pero todavía no sabemos. No importa mucho saber hacia dónde dirigir las fuerzas, en tanto exploten, porque mantenerlas agazapadas esperando un momento exuberante que las merezca, acaba con la vida, sobreviviendo sin sueños, consumiendo e hipotecando hasta que se da cuenta que ya está muerto y se muere de verdad.

viernes, 1 de febrero de 2008

Dream is destiny

A veces al alba, de en medio de las montañas se vislumbra una inmensa luna como si de un cuento de Calvino se fuera a caer sobre la tierra y a romperse en mil pedazos. Visiones como esta nos hacen pensar en las veces que nos maravillamos de las cosas habituales que ocurren aún cuando no estemos allí para observarlas (evadiendo la física de las probabilidades). Todo eso porque en un rango de tiempo que nos supera esos caprichos especiales del destino se convierten en elementos de un ciclo más grande. La naturaleza en su eterno brotar-crecer-florecer cambia muy despacio. Nos es difícil entender lo que supera nuestra finitud como especie, y aún así en cada vida se esconde ese germen a escala de lo que la vida debe hacer para madurar.

Cualquier persona tiene un momento de inspiración ya sea cuando maquina una infidelidad, un desfalco o cuando se queda absorto mirando al cielo. Ve en su imaginación lo que desea y aunque consciente de su condición irreal lo disfruta como producto de su singular deseo de satisfacer sus impulsos más pueriles.

No todos pueden nacer para presidentes, la sociedad necesita lustrabotas, personas que consuman su vida trabajando y pariendo hijos para que un número reducido de seres descubra cómo funciona el universo, para que invente maneras de ver la vida y lleven toda esa magia que ven en el claro de un bosque a un lugar en el que pueda ser visto por todos.

Sea como sea nacemos con un tipo de conocimiento acumulado que con cada generación se va haciendo más básico para llegar más lejos. La vida es demasiado larga para tantos amores y desengaños, triunfos y fracasos, sorpresas y decepciones; demasiado corta para vivir y además de ello recordar.

 
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