Por qué nos has abandonado
Se supone que Dios no endereza a la humanidad porque ésta debe aprender por sí misma de sus errores, y si no que lo diga el buen Job.
El hombre toma decisiones y asume consecuencias pero la tentación abunda como nunca antes: el capitalismo y la tecnología ponen en peligro el libre albedrío y la autorregulación.
Se hace necesario protegernos de nosotros mismos, de la incapacidad para controlar los vicios: Internet, sexo, alcohol y drogas. Comemos mucho, ahorramos poco y devoramos combustible fósil que calienta el planeta.
Prohibir cosas que muchas personas quieren es un camino seguro hacia el fracaso, sin embargo, el estigma social (tabaco) y las regulaciones gubernamentales ayudan mientras se crea el impuesto a la energía solar.