viernes, 5 de diciembre de 2008

Gafapasta

No hay ciudades de piedra, hay ciudades de personas. Lo que permite que un lugar exista es la vida que se desarrolla en su interior. Se pueden construir las estructuras más modernas, eficientemente planificadas y estéticamente configuradas; pero si los mortales prefieren vadearlas es como si no existieran. Las obras de arte deben primero emocionar y esa parte de arte que aún siendo placentero nos es útil debería por lo menos pasar desapercibido. Un ladrillo encima de otro no cobra importancia hasta que alguien lo raya, hasta que una pareja furtiva se da un beso a su cuidado, hasta que sea testigo de los ires y venires de quienes transitan a su lado.

 
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