viernes, 29 de febrero de 2008

Satori

A las personas les gusta un mundo predecible en el que las máquinas y los humanos se comporten como sus estereotipos dicen, es la lucha eterna entre el ciclista y el peatón que mantienen una comunicación efectiva cuando este último se mueve como si el primero no existiera. Hacer las cosas al contrario de los demás sólo para destacarse trae topetazos e inquietudes.

Es tanta la uniformidad que domina la vida social de las personas que los pensamientos disidentes ya se hallan estandarizados. Haz todo bajo una cantidad de principios lo suficientemente torcidos como para que todo quepa; deja en manos de otros la consciencia colectiva para evitar responsabilidades; emula comportamientos cuyas consecuencias permitan estar vivo; siéntete satisfecho de no hacer nada malo; escucha como si algo te importara; abandona sólo si tienes algo mejor; sonríe ante la cámara. Creo que es una especie de pesimismo optimista.

 
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